Intel advierte que la entrada de Trump puede salir cara, después de que el gobierno de EE.UU. adquiriera un 9,9 % de la compañía como parte del programa CHIPS Act.

Un salvavidas que puede ser un lastre
Intel confirmó en un informe que la participación de 9,9 % adquirida por el gobierno estadounidense podría ser más un problema que una ayuda.
El acuerdo se cerró mediante la conversión de 11.000 millones de dólares en subsidios en acciones, a lo que se suman 5.700 millones aún pendientes de 2022 y otros 3.200 millones del programa Secure Enclave.
Aunque el movimiento supone liquidez inmediata, también trae consigo restricciones y posibles conflictos internacionales.
Riesgos para las ventas globales
El gran temor de Intel es que otros países perciban esta nacionalización parcial como una injerencia de Washington, lo que podría:
- Dificultar nuevas concesiones y subvenciones.
- Provocar trabas regulatorias en mercados clave.
- Generar represalias comerciales.
Esto es preocupante considerando que en 2024 el 76 % de los ingresos de Intel vinieron del extranjero, con China aportando casi un 29 %.
Dilución para los accionistas
El acuerdo tampoco ha gustado a todos los inversores: las acciones se vendieron al gobierno con un descuento de 4 dólares respecto al precio de mercado, lo que supone dilución para los accionistas existentes.
Además, Intel advirtió que la entrada de Washington otorga al gobierno poderes adicionales para vetar acuerdos o estrategias que, en condiciones normales, habrían beneficiado a los inversores privados.
Lip-Bu Tan resta importancia
Pese a las advertencias, el CEO Lip-Bu Tan mostró entusiasmo en un vídeo del Departamento de Comercio:
“No necesito la subvención, pero realmente espero con interés tener al gobierno de EE.UU. como accionista.”
Sin embargo, la realidad es que el acuerdo llegó tras un tenso intercambio con Trump, quien presionó para que Tan renunciara por sus vínculos pasados con empresas chinas. Finalmente, la negociación se tradujo en esta participación gubernamental.
Conclusión
- EE.UU. adquiere el 9,9 % de Intel como parte de la CHIPS Act.
- La medida puede complicar ventas internacionales y futuras subvenciones.
- Los accionistas sufren dilución de valor y más control gubernamental.
- Lip-Bu Tan asegura que ve positivo el movimiento, aunque las dudas persisten.