Amazon planea acabar con Alexa a base de anuncios, y no, no es una exageración. Según las últimas declaraciones del CEO de la compañía, Andy Jassy, la nueva versión de Alexa incluirá publicidad integrada en las conversaciones, un movimiento que muchos ya consideran como el principio del fin para el asistente virtual de Amazon.

¿Qué está pasando con Alexa?
Amazon no la va a apagar de un día para otro, pero sus movimientos recientes dan pistas. La compañía quiere monetizar cada conversación, aunque eso implique empeorar la experiencia de usuario.
El nuevo modelo Alexa+ está diseñado para incluir respuestas patrocinadas. Si preguntas por un producto, en lugar de una respuesta neutra, recibirás la recomendación de una marca que ha pagado por aparecer.
Una estrategia arriesgada
El propio CEO lo dijo en una llamada con inversores: si los usuarios compran usando Alexa, tiene sentido insertar anuncios. Pero esto convierte a Alexa en un vendedor encubierto, no en un asistente imparcial.
Además, Amazon quiere implementar un modelo freemium. Habrá una versión gratuita con anuncios y otra de pago sin ellos. Esto es lo que se está haciendo con muchas plataformas, pero en este caso afecta directamente al valor del dispositivo.
También recortan en privacidad
Desde el 28 de marzo, Amazon eliminó la opción de procesar la voz de forma local en algunos modelos. Eso significa que todo lo que digas pasará sí o sí por sus servidores.
Aunque la empresa afirma que elimina las grabaciones tras procesarlas, las transcripciones se almacenan indefinidamente, salvo que el usuario las borre a mano. Una práctica que muchos consideran invasiva.
¿El principio del fin?
Alexa nació como un asistente útil, que respondía de forma rápida y directa. Pero con cada nuevo paso, Amazon la convierte más en una herramienta de marketing que en un dispositivo inteligente pensado para ayudar.
Si mezclas respuestas con anuncios y le quitas funciones clave de privacidad, es fácil entender por qué muchos creen que Amazon se está cargando su propio producto.